Banamex...Orgullosamente Mexicano

Era el día Lunes, todo parecía normal en las actividades diarias. Me levanté, serví un poco de jugo de naranja y tomé el periódico para enterarme de las desgracias municipales, estatales, nacionales e internacionales. Al finalizar mi lectura, decidí obligatoriamente aunque con un poco de malas, bañarme.
Llegó la tarde, mi Madre hizo de comer lo que no puede faltar un Lunes en los comedores mexicanos, Caldo de pollo con verduras. Llegó toda la familia y comimos. Al terminar, después de una conversación de comedor, en familia (o sea que hablamos de puras deudas), mi Papá nos encomendó una tarea a mi hermano menor y a mi, la cual consistía principalmente en ir al banco a cambiar un cheque. Para nuestra desgracia el cheque era de BANAMEX. Sin mas que decir, partimos a nuestro destino, sin saber que nuestro objetivo fue casi una MISIÓN IMPOSIBLE...
Partimos a BANAMEX que se encuentra localizado en avenida Ryerson, pero nos dimos cuenta que había demasiada gente, lo que ya es costumbre, así que optamos por ir a la Sucursal que se encuentra en Centro Comercial Misión. Al llegar, era lo mismo, un mundo de gente, así que tomamos un boleto y esperamos en el carro. Eran las 2:40 pm, nos tocó el boleto 398 he iban en el 282. Como ya sabía que iba para largo, recosté el asiento del carro, me puse la gorra en la cara y tomé un exquisito y saludable PESTAÑAZO, en cambio mi hermano menor, fue al Gigante a comprar productos de aseo personal, o sea desodorante por que olía un poco mal. Se hicieron las 3:40pm, llegó mi hermano y me dijo que en el banco iban en el número 340. Opte por prender el stereo y esperar. 3.50pm mi hermano me dijo que me tocaba asomarme al banco, asi que fuí y todavía faltaba mucho, pero me percaté de unos comentarios que estaba haciendo una señora, que decía que nos metiéramos al banco, por que cerraban a las 4pm y no dejaban entrar a nadie mas. Regresé con mi hermano y le dije que cerrara el carro y que nos fuéramos al banco por que iban a cerrar. Eran las 3.54pm la puerta del banco estaba cerrada, en donde por dentro la detenía un Pseudo Agente de Seguridad; ya se lo imaginarán, chaparro, complexión muy robusta, con los dientes casi hasta la nariz de lo chueco que los tenía, y con un parecido increíble, hasta me hizo dudar y llegue a pensar que era CAPULINA. Ahora me doy cuenta de que robar un banco es más fácil que quitarle un dulce a un niño.
Bueno, entonces le dije a CAPULINA, que si por favor me dejaba entrar, que ya tenía mas de una hora esperando en el carro y que no sabía que cerraban el banco, además de que todavía no era la hora para cerrar, que todavía faltaban 5 minutos. Capulina me dijo que ya no podía pasar nadie, que le habían ordenado que cerrara la puerta y que aunque tuviera el boleto ya no podía pasar. De la manera más atenta, le volví a mencionar que tenía esperando más de una hora en el carro, y que no sabía que cerraban las puertas, pues que la verdad no era justo; el Polecía, o agente de seguridad se volteó y moviendo la cabeza de lado a lado me señaló que no.
Le mencioné a mi hermanito que esto era una injusticia y que no podíamos quedarnos con los brazos cruzados, además de que había una señora detrás de mi, con el mismo problema. De pronto me percaté de que las personas que terminaban de hacer su movimiento tenían que salir y Capulina tenía que abrir la puerta. Entonces en una descuidada me metí quedando dentro del banco pero todavía en la puerta, ya que el polecía me detuvo. Me insistió que me saliera y le mencioné que no me iba a salir hasta que hablara con algún supervisor. Al voltear alrededor del banco, me di cuenta de que todas las personas estaban amontonadas, no había asientos disponibles, había personas adultas, niños llorando, sin aire acondicionado, las personas sudando ahh pero eso sí, con la puerta cerrada, con el seguro puesto y Capulina vigilando.
La mayoría de las personas que se encontraban dentro de la sucursal, estaban al tanto del percance que tenía con el Polecía, pero cómo no se habrían de dar cuenta si el tamaño de la sucursal es 10 X 20m, es demasiado pequeña y estaba hasta el tope. De repente sale corriendo una persona de las oficinas y al llegar a la puerta supuse que era el gerente o una persona que trabajaba en ese lugar y que iba a solucionar el problema. Llegó muy molesto repitiéndome que no podía entrar al banco, que pasaban de las 4 y que tenía que retirarme. De nueva cuenta le mencioné lo que había ocurrido, que la vedad sí estaba al tanto del número que me correspondía, nada más que en lugar de aguardar adentro del banco o afuera, estaba en mi carro. En eso una persona que estaba dentro del banco se acerca con el trabajador y le menciona que si efectivamente si estaba esperando mi turno, y que era injusto, y que además había mucha gente adentro. Entonces esta persona se voltea y de manera muy molesta y prepotente mencionó, lo cual redactaré palabra por palabra. Dijo: “YO NO TENGO LA CULPA DE QUE TODAS LAS PERSONAS VENGAN HASTA EL ULTIMO DIA PARA PAGAR EL SEGURO SOCIAL”. Pero ahí no acaba esto; para rematar, como cereza del pastel, ésta persona se dirigió afuera de la sucursal, con una mujer joven, muy guapa, se acerco a ella y de manera muy déspota le dijo: “DAME EL CHEQUE, AHORITA TE LO CAMBIO”. Por último se dirigió a mi y me pregunto que si que movimiento quería realizar, lo cual respondí que quería cambiar un cheque de una cantidad grande, o no tan grande sino que en un Módulo o sucursal de operaciones mínimas no lo iba a poder cambiar por excederse del monto. Entonces él me dijo que no me preocupara, que él personalmente iba a llamar al Módulo que se encuentra dentro de Ley, ubicada en calles Reforma y Alisos, y que iba a autorizar mi movimiento. Lo pensé por un segundo y le dije que estaba bien, pero que me dijera su nombre para poder decirle a las personas que trabajan en el Módulo quien me mandó. El volvió a mencionar que no me preocupara, que el iba a realizar la llamada telefónica y que su nombre era JESÚS OLIVARES. Acudí al Módulo, esperé 25 minutos en la fila y me cambiaron el cheque.

La Sucursal BANAMEX ubicada en el Centro Comercial Misión es la número 965. No los estoy señalando como culpables de todo lo acontecido ese día, ni mucho menos a todo el personal que labora en ese lugar; tampoco puedo decir que yo no tuve parte, por que sería una mentira. Simplemente sé que las cosas se pueden hacer de diferente manera, se que si queremos las cosas pueden salir bien. Nada le cuesta a la Sucursal dejar las puertas abiertas, simplemente dejen de dar boletos, y avisen o pongan un letrero informando la situación, además de que se ventila un poco adentro de la sucursal, ya que no tenían prendido el aire acondicionado, y por si no se dan cuenta, es muy molesto estar haciendo una larga fila y el lugar huele mal. Tampoco lo hago para perjudicar a una persona o como un chisme para que se entere toda la gente, simplemente sé o así es la manera que me educaron, que en tu trabajo debes ser amable y servicial, que debes poner todo tu empeño para algún día sobresalir; sólo si no te gusta tu trabajo o lo haces de mala gana, no lo hagas o dejes de hacerlo y te sentirás mucho mejor.